Humillación.
Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan en soberbia. Daniel 4:37
Todo lo que tenemos, somos y seremos se lo debemos a la misericordia de Dios, los logros, triúnfos debemos de reconocer que la mano de Dios ha estado con nosotros y que Dios se merece toda la gloria, pero muchas veces se nos olvida que los dones y talentos Dios nos los ha dado para servir a Dios y a los demás y creemos en nuestro orgullo que todo se debe a nuestro esfuerzo y dedicación que dispones en hacer las cosas.
En el capitulo 4 de Daniel tenemos el ejemplo con el Rey Nabucodonosor, poderoso, que fue humillado y arrojado con las bestias del campo y que comería pasto como el ganado y siete años transcurrirán hasta que reconozcas que el Altísimo es el soberano de todos los reinos del mundo, y que se los entrega a quien él quiere (Dn. 4:32 NVI) tenemos que aprender a ser humilde que si Dios nos usa que nuestro corazón no nos engañe creyendo que es por nuestros méritos, porque Dios no comparte su gloria con nadie, no vaya a ser que de repente venga la disciplina del Señor, y entonces reconoceremos que El humilla al que anda con soberbia (Dn.4:37)
Nabucodonosor pasó un proceso de siete años, y fue así como reconoció y bendijo al Altisimo (Dn.4:34) y le fue devuelto el reino.



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