LA PALABRA COMO ALIMENTO.
Cuan dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a mi boca. Salmo 119:103
El salmista, amaba la Palabra de Dios y la consideraba dulce “más que la miel” a su paladar.
Cómo podemos desarrollar nuestras papilas gustativas espirituales de manera que tengamos fuertes ansias de la dulzura de la Palabra de Dios.
LEER LA PALABRA. Puede parecer un consejo evidente, pero si quieres aprender a amar la Palabra de Dios, tienes que leerla como lo hacia el salmista. Aparta unos minutos cada día y lee un pasaje.
Piensa en las palabras, su significado y el contexto.
REFLEXIONAR EN LA PALABRA. Escribe un versículo y llévalo contigo. Míralo con frecuencia durante el día. Imita el ejemplo del salmista y has que sea tu meditación todo el día (v.97)
APLICAR LA PALABRA. Pregúntale a Dios que desea que entiendas y cómo aplicar esa verdad a tu vida durante ese día. La Palabra de Dios te dará “un alimento espiritual bueno y saludable”, y siempre te satisfacerá.
Job 23:12 dice:
Del mandamiento de sus labios nunca me separé
Guarde las palabras de su boca más que mi comida.
Ese debe ser nuestro deseo, hacer conforme a todo lo que en el está escrito; entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.(Josué 1:8)
UNA BIBLIA BIEN LEÍDA ES SEÑAL DE UNA ALMA BIEN ALIMENTADA.
Bendiciones🙏🏼❤️📖
Dev. R.de L.
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#LaOraciónenUnidadtienePoderdeDios



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